Por Dowell Chow
Presidente de AWR

Parte 1

*Daniel creció en una familia musulmana muy unida en Teherán, la ciudad capital de su país natal Irán. Al igual que con la mayoría de los jóvenes musulmanes devotos, Daniel estaba interesado en los asuntos espirituales. Sin embargo, su visión del mundo se limitaba a las enseñanzas estrictas que recibió de sus padres y  maestros musulmanes, Madrasa (escuela religiosa). Sin embargo, él quería saber más.

En el corazón de Daniel, había un anhelo de entender más del mundo más allá del cual él creció, y solía buscar emisoras de radio extranjeras, como la BBC, en la radio de onda corta de su familia. Ese pequeño receptor de radio fue su única ventana  al mundo exterior – ¡una ventana que un día le llevaría no sólo  a un nuevo horizonte en su mundo personal, sino que aún más importante, al conocimiento de la salvación de un mundo mejor en Jesucristo!
Recientemente conocí a Daniel en un país no revelado del Oriente Medio, donde me contó de su viaje asombroso.

“Un día, yo estaba buscando  en el sintonizador del radio el servicio de noticias de BBC del mundo en nuestro receptor de onda corta, “ dijo “ Durante un tiempo, no había podido encontrarlo, pero luego me encontré con la emisión de La Voz de la Esperanza de Radio Mundial Adventista en el idiomas farsi.”

Al principio, recuerda Daniel, él se sorprendió al escuchar al orador hablar acerca de la Biblia, un libro del que había oído hablar y que siempre había querido leer.  Rápidamente anotó la dirección indicada por el orador, con la intención de algún día escribir al programa.

Poco después de su primer encuentro con la Biblia a través del programa de radio, él dice: “Yo estaba caminando por la calle en Teherán, un día y un vendedor ambulante tenía algunos libros colocados en la acera para la venta. Me detuve para echar un vistazo a su mercadería y vi un pequeño libro: ¡era un Nuevo Testamento”!

Tratando de no revelar su enorme entusiasmo y emoción, inmediatamente compró el libro.  Él estaba tan intrigado que no podía esperar para leerlo, así que empezó a leer mientras caminaba por la calle, completamente inmerso en su nueva compra.  Nada más importaba: había encontrado un tesoro tan rico que tenía que devorar tanto de él como fuera posible antes de llegar a su casa.

De vuelta en su habitación, Daniel tenía una caja pequeña en el armario donde guardaba sus objetos de valor. Allí fue donde él colocó el Nuevo Testamento. Cuando le pregunté por qué hacía eso, con tristeza en sus ojos, me dijo que lo estaba escondiendo de su propia familia. Él no se atrevió a revelar el libro a su madre, por temor a ser totalmente distanciado de quienes él amaba tanto y por poner su propia vida en peligro. Una gran lucha había iniciado en el corazón de Daniel.”

Después de escribir al programa de radio, recibió instrucciones de cómo ir a la iglesia local Adventista del Séptimo día en Teherán, donde el pastor le ayudaría a estudiar la Biblia. Esto también fue un problema grave: mientras que los expatriados eran capaces de adorar libremente, este no era el caso para un iraní.

Para empeorar las cosas, cuando Daniel se presentó en la iglesia por primera vez, él no recibió una calurosa bienvenida, como era de esperar. Había una razón para esto, sin embargo. Como usted sabrá en algunos países como el de Daniel, las personas desconfían de todo el mundo. Aunque los motivos de Daniel eran puros, la iglesia no estaba segura de que era un buscador de la verdad genuino… él bien podría ser un espía o un informante para el gobierno.

Esto no es tan raro como podría pensarse. Recuerdo haber estado en algunos países donde el pastor local me llevó aparte y me instruyó  a que tuviera mucho cuidado con quien hablaba y lo que decía ¡incluso con los ancianos de iglesia! No hace falta decir que me quedé muy sorprendido al oír esto, y cuando le pregunté por qué esto era así, el pastor afirmó que existía la sospecha de que informantes se habían infiltrado en el grupo de oficiales de la iglesia, y que era mejor evitar problemas innecesarios.

Por suerte, Daniel no se desanimó al recibir un trato frio en la iglesia. Tenía hambre de la palabra de Dios, y él  estaba decidido a encontrar una forma de estudiar más a fondo.

Parte 2

Después de que Daniel* asistió a la iglesia por un tiempo, los miembros sintieron que estaba seriamente buscando la verdad y se abrieron más a él, pero había otro problema. El pastor no podía ir a la casa de Daniel para darle estudios bíblicos, y si se le miraba a Daniel yendo a la iglesia para los estudios bíblicos, él corría el riesgo de ser descubierto y crear un gran revuelo en la comunidad musulmana e incluso poner en peligro su bienestar.

En ese tiempo, Daniel tenía su propio negocio como un hombre de reparaciones, ofreciendo sus habilidades técnicas  a las personas en sus hogares. Él podía arreglar cualquier aparato roto y hace todo tipo de trabajos eléctricos. Así que él se vestía en su ropa de trabajo y, con su caja de herramientas en la mano, se dirigía a la iglesia, bajo el pretexto de que estaba arreglando algo. De esta manera, podía evitar sospechas y reunirse con el pastor para estudiar la Biblia.

Uno de los amigos de Daniel también se interesó en el estudio de la Biblia, y en su momento él también se unió al estudio de la Biblia.  Después de un tiempo, sin embargo, fue descubierto y recogido por la policía. Durante varios días, Daniel no supo donde estaba su amigo,  y temía por lo peor.

Después de algún tiempo su amigo se presentó. Él le mostró a Daniel los resultados de cinco días continuos de golpizas en manos de la policía mientras estuvo detenido. La fe de ambos, Daniel y su amigo estaba siendo severamente probada, y Daniel fue sacudido por el sufrimiento de su amigo. Este trato también le podría suceder a Daniel; su futuro no se miraba bien.

Es difícil para algunos de nosotros creer en algo como esto, pero ser un cristiano, en algunos lugares es algo peligroso.

Daniel me describió los moretones negros y azules y las contusiones en la espalda de su amigo – desde el cuello hasta debajo de su cintura- los que eran resultado de la paliza despiadada con un palo. Pero esto no desanimó a Daniel y a su amigo de su nuevo amor en Jesús, ambos estaban decididos a seguir la verdad, sin importar el precio.
Finalmente, su amigo se mudó a América, donde sigue viviendo hasta hoy.

Para Daniel, estaba claro: él también tenía que salir de su país natal, Irán si iba a avanzar en su carrera y servir al Señor. Él viajó a Turquía y rápidamente encontró la iglesia adventista allí. Después de estudiar la Biblia más, Daniel fue bautizado y se convirtió en un miembro de la familia de Dios en una tierra extranjera.

Dios tenía un plan aún más grande para Daniel.

Hoy en día, Daniel reside en otro país y es un fiel productor de Radio Mundial Adventista en su querida lengua farsi. Está casado y tiene dos hijos y toda la familia sirve al Señor.

Cuando le pregunté a Daniel si él pensaba que sus programas en farsi estaban siendo escuchados por sus compatriotas, él me aseguró que incluso hoy en día, con todas las nuevas tecnologías de comunicación disponibles, los iraníes siguen dependiendo de un sin número de transmisiones de onda corta. Se sintoniza no sólo para obtener información sino también para la nutrición espiritual en un país en el que viven bajo las estrictas leyes islámicas y tienen un acceso muy limitado a la información fuera de lo que recibían a través de las agencias de noticias controladas por el gobierno.

De ser un buscador solitario, Daniel ha encontrado la fuente del amor en Jesús y es ahora que su misma voz es escuchada por decenas de miles de su propia gente cada día, al compartir las buenas nuevas del amor de Dios en Radio Mundial Adventista.
Aunque las condiciones son aún duras en Irán, después de escuchar el testimonio conmovedor de Daniel, estoy convencido de que multitudes de hermanos y hermanas que hablan farsi están siendo cosechados para el reino, y ¡se unirán a la multitud de los redimidos de todas las naciones en el mar de cristal!

Cuan ciertas son estas palabras escritas por Ellen White: “El valor de un alma no puede ser estimada por las mentes finitas. ¡Con gratitud los rescatados y glorificados recordaran a  aquellos que jugaron un papel decisivo en su salvación! Nadie entonces se va a arrepentir de sus esfuerzos propios de negación y de sus labores perseverantes, su paciencia, tolerancia, y el anhelo ferviente del corazón por las almas que podría haberse perdido si hubiese descuidado su deber o se hubiesen cansado de hacer el bien”

¡Qué día será! ¿No esperas a que venga pronto?

*Nombre disfrazado por razones de seguridad.