Por Shelley Nolan Freesland
Directora de Comunicaciones de AWR

Cada viaje de cada persona para descubrir a Jesús y finalmente aceptar tanto su amor y su dirección divina es tan único como él o ella lo es. Algunas personas están intrigadas por los análisis que escuchan en seminarios de profecía, mientras que otros se hacen amigos con los vecinos adventistas y poco a poco comienzan a hacer preguntas sobre su fe. Una persona puede entregarse para seguir a Cristo en cuestión de días o semanas, mientras que a otro le puede tomar años en trabajar a través de cuestiones y dudas antes de llegar a un punto decisivo.

Es particularmente interesante comparar los viajes de personas que vienen de orígenes similares. Tal es el caso con Praksit Lekasuwan y Kharom Promutit, dos productores de AWR en Tailandia… quienes primero fueron monjes budistas.

Prakasit Lekasuwan: “Yo Quería la Misma Clase de Vida”

“Vengo de orígenes budista. La razón principal por la que fui ordenado como monje era por el bien de mi madre. Además, yo quería estudiar budismo, y convertirme en monje me dio esta oportunidad.

“Cuando era joven, pasé cerca de tres años en un monasterio. Pero empecé a preocuparme acerca de mi futuro, así que renuncié al monacato y comencé a buscar un trabajo. Finalmente, conseguí un trabajo con una compañía de televisión, donde tuve la oportunidad de trabajar en muchos tipos de producciones.

“A través de mi trabajo, tuve la oportunidad de entrar en contacto con la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Conocí muchos miembros de la iglesia Adventista, y cuando llegué a conocerlos, nos hicimos amigos. Descubrí que ellos eran buenas personas - amables y humildes.

“yo tenía preguntas en mi mente acerca de por qué estas personas estaban siendo tan amables conmigo y por qué eran tan buena gente. Yo quería saber que los hacía ser así. Conocí a la Dr. Rapeepun David, directora del Centro de Promoción de la Salud de la Misión en Muak Lek y le pregunté: ‘Por qué tu gente actúa y vive así; ¿por qué son ustedes tan amables y humildes?’

“Ella dijo, ‘Esta es la forma de vida del cristiano’. Y pensé para mí mismo, ‘Esta es la clase de vida que he estado buscando por tanto tiempo’.

“Después de que terminé mi trabajo en el centro de salud, tenía que regresar a Bangkok de nuevo para hacer otra cinta. Allí trabajé de cerca con el departamento de Capellanía en el Hospital Adventista de Bangkok. Le pregunté a uno de los trabajadores, ‘Si quiero saber más de Jesús, con quién tengo que ir a hablar, o ¿dónde puedo encontrar la mejor respuesta que estoy buscando?’ Es entonces cuando conocí a la Señora Pranee, uno de los capellanes, y ella comenzó a hablarme y darme estudios bíblicos.

“Después de esto tuve la oportunidad de regresar al Centro de Promoción de la Salud de la Misión. Conocí a una familia Adventista americana – la familia del Sr. Byron Raynold – a quién llegué a respetar. A través de ellos llegué a convencerme que tenía que ser un adventista del séptimo día. Quedé muy impresionado e inspirado con su vida; siempre estaban ayudando a la gente y les sonreían. La manera como ellos criaron a sus hijos me hizo sentir que yo quería tener el mismo tipo de familia para mí. Sus actos, sus palabras, me dejaron muy inspirado que yo quería tener el mismo tipo de vida en el futuro.

“Ese fue el comienzo para empezar a estudiar en serio el cristianismo, porque quería saber cómo llegar a ser un cristiano. Me tomó algún tiempo aprender los estudios de la Biblia, pero después de un tiempo, fui bautizado como miembro de la iglesia en la iglesia del Hospital Adventista de Bangkok. Renuncié a mi trabajo anterior y me uní al departamento de mercadeo en el hospital. Más tarde, estudié teología en la Universidad Internacional del Asia- Pacífico, y cuando me gradué me convertí en un pastor”.

En el momento de esta entrevista, Lekasuwan estaba trabajando en la provincia de Ayuthaya, que se considera un centro de budismo en Tailandia. Esta es un área nueva, donde no hay adventistas del séptimo día. Él estaba haciendo planes para mudarse a la Filipinas, para trabajar en un título de maestría en teología y salud pública.

Kharom Promutit: “Voy a Tomar esta Oportunidad para Estudiar”

“Vine a conocer a Dios cuando era un estudiante en el Colegio de la Misión (ahora Universidad Internacional Asia-Pacifico). Yo no era un adventista, pero lo que más me impresionó fue ver la vida de mis maestros que vivían en el campus. Tenían familias cristianas preciosas; otros amigos míos que también eran adventistas eran muy agradables y amables. Esa fue una de las razones por las que quería saber más sobre el cristianismo y estudiar más sobre Jesucristo.

“Comencé a pensar en mis viejos amigos, y yo les dije: “He encontrado algo diferente de lo que tengo… un nuevo tipo de vida. ‘Algunos de ellos dijeron, ‘Bien, tú piensas que has encontrado algo nuevo, y tú piensas que estás impresionado por los cristianos porque tú no conoces el budismo real. Tú no entiendes totalmente las enseñanzas de Buda’.

Así que pensé que algún día tenía que ser ordenado como un monje para aprender acerca del budismo. Cuando cumplí 20 años, tomé la oportunidad de convertirme en un monje – no solamente para aprender más acerca del budismo, sino también por el bien de mi madre. Ella quería hacerme leer por mí mismo, y al mismo tiempo, yo podría estudiar budismo y compararlo con las enseñanzas de la cristiandad.

“Les dije a mis amigos que iba a ser ordenado como monje. Que iba a aprovechar esta oportunidad para estudiar budismo, y que lo que aprendiera lo iba a compartir con ellos después. Así que tomé cerca de tres meses para ser un monje en un templo budista y estudiar budismo. Pero descubrí que no era suficiente, así que me extendí por otros tres meses más. Por todo, yo estuve en el monasterio durante seis meses.

“Encontré que las enseñanzas de Buda son muy buenas para nuestras vidas y que son aplicables en nuestra vida cotidiana. Me encontré con que moralmente, el budismo y el cristianismo son dos buenas religiones. Una cosa que me pareció que el budismo no tiene – y que la religión cristiana podía darme - era el Salvador. Realmente necesitamos al Salvador, y descubrí que yo también necesitaba el Salvador. Yo supe que necesitaba de alguien que tuviera el poder de liberarme, que me pudiera ayudar.

“Así es como me sentía, y me di cuenta de que si, que hay un Dios vivo. Hizo que muchos milagros vinieran a mi vida, y debo aprender más acerca de este Dios viviente. Así que pasé mucho tiempo estudiando con los maestros y pastores adventistas. Finalmente, decidí ser bautizado y llegar a ser un miembro de iglesia.

“Después de que me gradué de la universidad, salí y comencé a trabajar, pero en el fondo de mi corazón, yo quería servir a Dios. Entonces alguien me sugirió que lo mejor era estudiar teología, para llegar a ser un pastor. Fui a estudiar en nuestra universidad en las Filipinas, y cuando me gradué, me volví y empecé a trabajar con la Misión Adventista de Tailandia. Actualmente, soy un pastor de la iglesia China Adventista del Séptimo día en Bangkok.

“Algo que me hizo el querer unirme al trabajo de AWR fue que quiero hacer uso de mis talentos en IT (Tecnología de la Información). Yo quería hacer algo para difundir las buenas nuevas de el Salvador – a través de internet, video y radio”.