December 17, 2013 16:22
Por Shelley Nolan Freesland
“Soy un fiel oyente de sus programas de radio”, decía la carta de China. “Sus mensajes me infunden aliento, y la Biblia realmente purifica mi corazón. Por lo tanto, mi vida es feliz y significativa. Por su gran esfuerzo, el amor de Dios es reflejado a través de sus mensajes. Cada oyente es bendecido a través de las transmisiones de onda corta. Les escribo en nombre de los miembros de mi familia para darles un cordial saludo. Que Dios les bendiga y a la Voz de la Esperanza ricamente.
“Somos agricultores y vivimos en una zona remota de la provincia de Jiangxi. Es muy lejos de la ciudad.
La radiodifusión de onda corta es la única manera para nosotros poder recibir noticias. Aunque hay una iglesia, está muy lejos de mi casa. Además yo no puedo ir con regularidad a causa de la agricultura. Por esta razón, sus programas de radio son muy importantes para nosotros.
Estamos satisfechos porque podemos escuchar los mensajes de Dios todos los días temprano por la mañana”.
Esta carta resume la racionalidad del énfasis continuo de Radio Mundial Adventista sobre la radiodifusión de onda corta como parte de su ministerio en todo el mundo.
Hay literalmente cientos de millones de personas que nunca han oído hablar de Jesús, nunca han conocido a un miembro de la iglesia adventista, no pueden escuchar programas cristianos en los medios de comunicación locales, y que no tienen acceso a internet. Pero la radio de onda corta puede viajar miles de kilómetros en sus países, sus hogares y sus corazones.
Esto es particularmente cierto en China – el campo misionero más grande de la iglesia Adventista del Séptimo Día, en términos de números- donde sólo tres a cuatro por ciento de la vasta población de 1,3 mil millones es cristiana. Con este reto del ministerio en mente, AWR ha estado transmitiendo emisiones a China desde el primer día que comenzó a operar una estación de onda corta en la isla de Guam en el Pacífico. De hecho, una de las motivaciones principales para la construcción de la estación en ese lugar fue la de permitir a la iglesia alcanzar a China con el evangelio. Al igual que con otros idiomas de AWR, los programas para China son producidos por hablantes nativos, que pueden relacionarse con el mismo entorno y situaciones que sus oyentes.
En el 2013, AWR completó una importante actualización de la estación de Guam, lo que le permite no sólo mejorar el servicio a China, sino también difundir más eficazmente a los países a través de Asia, desde Corea del Norte y Vietnam a la India e Indonesia. Actualmente, la estación está transmitiendo 10 horas de programas para China a diario, además de más de 30 idiomas para los otros países.
La programación de las transmisiones a ser escuchadas durante las horas pico es un tanto complicado, ya que China tiene sólo una zona horaria. Normalmente, un país de su tamaño tendría cuatro o cinco zonas horarias. Pero en China, la gente está arriba y viajando hacia su trabajo en algunas áreas, mientras que en otras regiones la gente sigue durmiendo. Sin embargo, la gran cantidad de programas producidos en Hong Kong, Taiwán y otros lugares hacen posible que AWR llene muchas horas de tiempo al aire a través de cada día.
Abasteciendo una necesidad crítica
“De los 400.000 o menos creyentes adventistas en China, aproximadamente la mitad viven en el campo”, dice Daniel Jiao, secretario de la Misión de la Unión China. “La radio de onda corta es fundamental para las personas en esas zonas remotas. Además, lo que veo es que la radio es más importante para los no adventistas. Una vez que encuentran una iglesia, tienen un lugar para adorar y es probable que tenga una Biblia. Pero nuestro centro de comunicaciones en Hong Kong recibe cartas de personas que dicen cómo han escuchado a nuestros programas de radio y comenzaron a guardar el sábado, sin saber nada de la iglesia adventista. Ellos están contentos de que por medio de nosotros ellos pueden ser introducidos a las iglesias locales”.
Dado que las señales de onda corta pueden viajar a grandes distancias, los programas pueden ser transmitidos desde muy lejos y llegar a lugares que están cerrados a los programas religiosos en los medios de comunicación locales. Este es ciertamente el caso de China, donde todos los medios de difusión pertenecen al estado/afiliados, y un departamento del gobierno incluye temas que son fuera del alcance de los medios de comunicación nacionales.
“Hace algunos años” dice el presidente de AWR Dowell Chow”, el flujo de correo de los oyentes de China a nuestra casilla postal en nuestro centro de comunicaciones en Hong Kong se detuvo de repente. No había correo proviniendo de alguna parte en lo absoluto. El personal tuvo que obtener una nueva dirección postal, dar a conocer la nueva dirección en el aire, con la esperanza de que las cartas de los oyentes una vez más pudieran pasar.
“A pesar de que las iglesias en China son capaces de operar con ciertas extensiones de libertad en estos días, todavía hay restricciones y supervisión considerables, y tanto los miembros de iglesia como el público deben ser extremadamente cautelosos”.
Sobrecarga de la Audiencia en Línea
El advenimiento de la difusión en línea – tanto a través de programas en demanda y podcasts- ha eludido muchas de estas restricciones y ampliado audiencias de AWR a pasos agigantados. En China, cerca del 40 por ciento de la población – o 540 millones de personas – tienen acceso a internet. El mandarín es el podcast #1 de AWR, con más de 1,5 millones de abonados en el momento que se escribe este artículo… y este número está creciendo cada día. AWR también está sirviendo a China con los programas de onda corta y en línea en Uighur, Cantonés, Min Nam, y Tibetano. Sin embargo, tanto AWR y sus productores saben que todavía hay mucho más que se puede hacer para llegar a las personas que pueden hablar una de las 298 lenguas “vivas” de China.
Jiao dice, “la mayoría de los mensajes que recibimos son de oyentes de internet. Es más fácil para las personas establecer contacto con nosotros a través del internet, ya que la gente en las ciudades raramente escribe cartas a mano. La ventaja de escuchar en línea es que la gente puede elegir los temas de interés de nuestros programas archivados y escuchar cuando quieran. Esto realmente ha ampliado la influencia de la radio”.
Tan grande es el volumen de la correspondencia electrónica que el centro de medios de comunicación emplea un “evangelista de internet” a tiempo completo para comunicarse con los oyentes y llevar a cabo estudios de la Biblia a través de correo electrónico, mensajería instantánea y chat de video. Muchos de estos oyentes son jóvenes que tienen un alto nivel de educación y son difíciles de alcanzar a través de las iglesias locales. Ellos hablan de sus problemas abiertamente en línea y forman una estrecha relación con el personal del centro de medios de comunicación.
Estas conversaciones en línea son una demostración asombrosa del alcance global de internet: los mensajes se han recibido en más de 60 países en el último recuento. La diáspora china es simplemente enorme: como dijo un observador, “Hay barrios de Chinatown en todo el mundo”.
Tal vez no debería ser una sorpresa que las nuevas tecnologías han traído consigo nuevos retos. Durante un período de tiempo, la página web del centro de medios de comunicación fue bloqueada en China, y los oyentes en el país no eran capaces de acceder a los programas en línea. Finalmente se encontró una solución, y la voz de la esperanza puede ser escuchada una vez más en todo el día.
Gente de todas las clases sociales están respondiendo al mensaje del evangelio, y los testimonios siguen llegando:
“Soy un ingeniero de una compañía de motores grandes en China…”
“Yo trabajo en una fábrica en Shenzhen…”
“Soy una estudiante de 20 años de edad…”
AWR es verdaderamente un ministerio de primera línea. Te invitamos a asociarte con nosotros – especialmente durante nuestra ofrenda anual el 8 de marzo – en la introducción de Cristo a aquellos que nunca han oído su nombre.
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